Propósito para el 2025: DEJAR DE FUMAR
Dejar de fumar puede ser uno de los propósitos más saludables ya que son muchos los efectos nocivos asociados al tabaco: Cáncer (de pulmón, boca, esófago, páncreas, etc.), enfermedades respiratorias (Bronquitis, enfisema…), enfermedades cardiovasculares (Hipertensión, infarto, ictus…), problemas de piel (arrugas y envejecimiento prematuro)
Dejar de fumar no solo frena el daño, sino que el cuerpo comienza a repararse con el paso del tiempo. A los 20 minutos la presión arterial y la frecuencia cardíaca vuelven a niveles de circulación normales. A las 12 horas el nivel de monóxido de carbono en la sangre disminuye y vuelve a la normalidad, aumentando la cantidad de oxígeno del cuerpo. A las 2 semanas – 3 meses, la circulación y la función pulmonar mejoran significativamente y se hace más fácil caminar y respirar. A los 9 meses disminuyen la tos y la dificultad respiratoria. Los pulmones se limpian mejor, se elimina la mucosidad acumulada y reduce el riesgo de infecciones pulmonares. Al año, el riesgo de un ataque de corazón se reduce a la mitad, en comparación con el de una persona no fumadora. a los 5 años – 10 años, riesgo de sufrir un infarto y otras enfermedades cardiovasculares es el mismo que el de las personas que nunca han fumado. El riesgo de padecer cáncer de pulmón se reduce a la mitad y va en disminución.
A nivel oral también son muchos los efectos nocivos:
- Mayor presencia de caries en las raíces dentales y disminución de la secreción salivar.
- Peor cicatrización de heridas, ej. extracciones dentales. El efecto vasoconstrictor de la nicotina impide una correcta vascularización en la zona de la extracción y por tanto la correcta reparación de la herida.
- Mayor tasa de fracaso de implantes, por el mismo motivo citado anteriormente. La falta de irrigación por el efecto de la nicotina, impedirá que el implante se integre correctamente en el hueso .
- La piorrea y gingivitis quedan enmascaradas en los fumadores por el efecto vasoconstrictor de la nicotina. El fumador no sangra y apenas tiene inflamación de las encías, a pesar de estar enfermas. Al no existir esta “señal de alarma” se suele retrasar el diagnóstico y, por lo tanto, la puesta en marcha del tratamiento.
- Incremento de sequedad e irritación de mucosa oral, respiratoria y digestivas altas que unido a las alteraciones de la flora bacteriana, originan también mal aliento(halitosis).
- Limitación de capacidades olfativas y de percepción de los sabores, especialmente para los salados, por lo que puede aumentar la tensión arterial al abusar de la sal.
- Reducción de las defensas inmunológicas lo que favorece el desarrollo de gingivitis y piorrea .Además, los fumadores, responden peor a los tratamientos periodontales (limpiezas, curetajes, cirugías regenerativas…
- Los estudios han demostrado que el riesgo de padecer cáncer oral en fumadores supera de tres a cinco veces a los no fumadores, El tabaco contiene alrededor de más de 60 productos de combustión carcinogénicos con capacidad para unirse al ADN y alterarlo.
Por todo esto, desde la Clínica Dental Manso Cobos os animamos a abandonar el tabaco. El siguiente link os puede ayudar: https://espanol.smokefree.gov/
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